En un momento posterior, en época Flavia, será cuando la ciudad recibe la concesión del Ius Latii y el grado de municipium, propiciando un aumento de población. La ciudad va a engrandecerse, ocupando la zona occidental de la meseta, que había quedado libre y sobre todo la zona sur. Será ahora cuando la ciudad se va a dotar de cierta monumentalidad, construyendo aquellos edificios públicos característicos de toda ciudad romana: un arco honorífico delante de la entrada a la ciudad; un edificio público con patio columnado, probablemente la Curia; dos termas, unas para hombres y otras para mujeres; así como un templo in antis, en una de las dos calles principales.
No obstante, la ciudad no perdió sus características indígenas, ya que el mayor número de casas siguieron manteniendo su techado con cubierta vegetal, desechando la tegula y la imbrex romana, pero transformaron las características del espacio doméstico, en relación con la ciudad celtibérica, incorporando módulos cuadrangulares de mayores dimensiones y compartimentados funcionalmente. A partir de este momento, Numancia pasará a integrarse económica y políticamente en el Imperio Romano, donde primará la especialización productiva, propiciada por la concentración de grandes propiedades agropecuarias, lo que conllevaría importantes cambios en las relaciones personales y de dependencia de las estructuras indígenas.
En 1867 Saavedra menciona el hallazgo en la esquina de las calles D y J de restos de identificados como de un templo. Es un edificio rectangular de 19 x 14 m. cerca del cual se encontraron tres basas de columnas en un pozo, las inscripciones de Marte y de Júpiter y un brazo de bronce mayor del natural.
Junta de Castilla y León, Archivo museo Numantino. Fotografía:
En la parte más alta de la ciudad, junto a las termas, se ubica el mayor edificio público de Numancia en el que se reconoce un amplio espacio. Se conservan bloques cúbicos de granito en los que apoyarían columnas que no se conservan. En este espacio central debería encontrarse un foro que no tuvo la ciudad romana o no ha sido aún localizado.
En 1916 se descubrió en la parte más alta de la ciudad un edificio de grandes proporciones sobre el que en 1842 se había comenzado a construir el monumento a los héroes de Numancia por la Sociedad Económica de Soria. Contiguo a este edificio, o perteneciente a él, se encontró una estancia subterránea de 9.05 x 4.20 m. con dos pilares monolíticos en el centro de su eje mayor, que supuestamente servirían para apoyar las vigas de un piso. En el momento de su hallazgo conservaban restos de enlucido y pintura con motivos de recuadros, temas vegetales y ornatos.
El recorrido del perímetro amurallado de Numancia se reconoce perfectamente. Reconstrucción de una de las puertas defendida por dos torres, vista desde el interior de la ciudad
Reconstrucción de un tramo de la muralla en el lado norte con el camino de ronda que la separa de las viviendas